miércoles, 15 de enero de 2014

La pintura, un trabajo de hombres

Piensa en 2 actrices. Cualesquiera, de cualquier época. Fácil no? Ahora, 2 cantantes o musicxs mujeres. Tampoco es un gran problema. Compliquémoslo un poco: dos escritoras. Poetizas, novelistas da igual. Confió en que aún, no tenemos problemas en responder. Pero digamos ahora 2 artistas mujeres. Más aún: dos pintoras, escultoras, o grabadoras.

Las mujeres en la pintura han sido relegadas históricamente a ser las modelos desnudas. Me atrevería a decir que la pintura, dentro de las tradiciones llamadas humanistas es la diciplina más machista. No creo que se trate de la pintura en si, no creo que efectivamente, pintar sea de hombres, pero es un punto donde se refleja incandescente el rol genérico en la sociedad del arte, sobretodo la sociedad pre-moderna.
En el arte contemporáneo no es gran tema, el arte contemporáneo tiene el orgullo de ser el único momento de la historia del arte occidental donde mujeres y hombres participan prácticamente de manera equitativa. Es en este periodo (con 70 años de diferencia) justamente que aparecen las pintoras quisás más famosas o más mencionadas en el medio, Frida Kahlo y Jenny Saville, que bien se hicieron cargo (prueba superada) de cánones de belleza que aún subsistían durante el siglo XX. Las modelos no tienen porqué ser bellas, bello tiene que ser el cuadro. Bellas se ven las gordas y las bigotudas en sus respectivas pinturas. No por una belleza atractiva sino una belleza objetiva que va más aya de la belleza física o metafórica de la modelo. Fue la novedad de alguien que pinta sin coqueteo sus modelos femeninas, con paciencia y sin compromiso, sin las emociones respectivas de un hombre hacia una mujer, o de un hombre con respecto a "lo femenino", algo que generalmente aliena el pintor como una subjetividad fantasiosa que ocupa de dínamo creativo para impulsar la mano. Digamos que los pintores hablan "respecto a lo femenino" y no "desde la femineidad". Las manos de estas dos pintoras en cambio, son manos de mina que hablan en idioma de mina.

En la universidad no recuerdo haber escuchado nombrar a una pintora en 4 años de historia del arte, excepto, a las 2 anteriormente mencionadas. No hay registro prácticamente. Y me refiero a registro mental, pinturas que uno las vea y diga "aaaahhh esta pintura es de la...". Ahora claro, al meterme en la pregunta me di de tope con Tamara de Lempicka, que desde mi punto de vista, es quisas la pintora más reconocida en el campo del arte moderno.



Este es el mito contaminante que subsiste hasta hoy en la sociedad artística:

El pintor: Hombre que deviniendo de una miseria económica, social o espiritual, espera emanciparse ciegamente a través del complejo lenguaje del arte.

La pintora: Mujer que nació en una posición económica sumamente privilegiada que le permite la libertad de dedicarse a cualquier oficio sin preocuparse de su mantenimiento, pues este lo costea el millonario de su marido.

Uno es un héroe, la otra es la buena esposa de algún rico.

Pintar no es ser albañil. No es ser luchador. Digamos que en esos casos se podría entender la desproporción de mano de obra masculina apelando a que su maquinaria física es más práctica o efectiva. No hay motivos objetivos por los cuales debiera de haber más pintores que pintoras sin caer en vagos argumentos metafísicos.

Porque cantar también es para parar locales. Escribir es para vender libros. Pintar, no es para vender cuadros. Juana Perez puede comprar el libro de Gabriela Mistral, y ver a Rhianna en un espacio de eventos. Pero no puede comprar un Remedios Varo. Digamos que la pintura destaca por su poca participación social o poca retribución económica, no creo exagerado decir que el 1% de los artistas vive de la venta de sus cuadros, grabados o esculturas. Digamos que en otras disciplinas esas mujeres han podido asegurar un cupo en sociedad lo que sería un incentivo extra de emancipación social. Pintar en cambio, es un suicidio social.

Ahora, curiosamente, en el siglo XVIII pintar no era un mal oficio. Recordemos que el cartel de la peluquería, los rótulos, y una gran cantidad de oficios relacionados con el diseño eran trabajo de artistas. En otras palabras, la pintura mandaba. Estaba todo pintado en comparacion a ahora. Y no es precisamente un momento emancipatorio de la mujer en el arte.

En fin, pregunta abierta. Ahora a las imágenes.


Santa Hildegarda de Bingen (Siglo XI)

Llama la atención en su obra lo orgánico para tratar los temas religiosos, casi trasgrediendo hacia una concepción surrealista





Marietta Robusti (Siglo XVI)

Es fácil imaginar como era "la tintoretta" físicamente según la idea de que hay un poco de reflejo propio en cada pintura de unx autorx, modelos gruesas de expresión cansada.






Artemisia Gentileschi (SigloXVII)

Pintora de escuela Caravaggiana. La verdad, sin ningun elemento rupturista o particularmente femenino en su trabajo, mencionable básicamente por este cuadro que es un clásico en la historia de la pintura.


Séraphine Louis (Siglo XIX)

Aquí la cosa se pone intresante. Esta pintora del 1800' tenía una concepción particularmente moderna de la pintura. Eso, y además que era una sirvienta que llevó el arte de pintar jarrones a una composición abastraida en relación a la superficie pictórica. Todo un hito, como Botero, pero 100 años antes.




Anna Bilinska-Bohdanowicz (Siglo XIX)

Desde Polonia, ese realismo eslavo tubo un auge encarnado en una de las mejores retratistas de todos los tiempos





Berthe Morisot (Siglo XIX)

Personalmente una de mis favoritas. Mujer burguesa de alto reconocimiento (fué retratada por Manet) que fué luz para muchas otras pintoras de su época. Pero particularmente lo interesante de Morisot esque sus escenas son documentos de vida de mujeres. Escenas de madres con sus hijos, de niñas jugando, de paseos a bordar, etc, un registro documental de la intimidad de la sociedad burguesa femenina de la época.




Tamara de Lempicka (Siglo XX)

Tamara no necesita practicamente mucha mención, muchos nos hemos topado alguna vez con una imagen de ella y su estilo es dificil de no reconocer instantáneamente. Pieles metalizadas, composiciones perfectas, trazo invisible, manos que nacieron practicamente para la pintura, cerebro concebido para componer.




Remedios Varo (Siglo XX) 

Esta pintora, que personalmente escapa a mi gusto personal a excepción de un par de obras, tiene ese aura de Frida Kahlo, de surrealismo gráfico e ilustrativo, de pinturas que divagan entre las inmoralidades del subconciente y el dibujo naif